No lloré cuando murió,
ni en el funeral, ni
siquiera en la
recepción, no fue hasta
la mañana siguiente,
cuando entré en su
cuarto y el olor de su
perfume me invadió,
cuando vi su cama sin
hacer, su ropa en el
suelo, sus pastillas sin
tomar, cuando me di
cuenta que nunca mas iba
a volverlo a ver.
No lloré cuando murió, ni en el funeral, ni siquiera en la...